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El final del verano es en muchas ocasiones un momento duro. La vuelta al trabajo, el comienzo de una rutina más estricta, la llegada del cambio de tiempo, la reducción de las horas de sol, etc.

Hay quien combate este síndrome volviendo al 100% a la rutina y sin pensárselo dos veces, pero hay quien prefiere combatirlo yendo poco a poco para ir acostumbrándose de nuevo a la rutina.

Cualquiera de las 2 formas estará bien, mientras a ti te sirva.

No obstante, nosotros te vamos a dar unos consejos para que puedas volver “al ruedo” lo mejor posible y sin que las agujetas o el cansancio de los primeros días se hagan dueños de ti y te pasen demasiada factura 😅.

6 CONSEJOS PARA VOLVER FUERTE 

1. Ve de forma gradual.

Como decíamos anteriormente, hay quien prefiere empezar a entrenar del tirón, sin más dilaciones. Nosotros, siempre te recomendaremos en el caso de que hayas parado de entrenar dos o más semanas, que vayas poco a poco, escuchando a tu cuerpo.

2. Entrena al 75-80%.

Recuerda que si vienes de haber estado de vacaciones y has decidido parar, aunque sean unos días, tranquila que no habrás perdido la forma en tan poco tiempo, pero sí que al haber parado aunque sea poco, quizás los primeros días entrenando te van a resultar más pesados y te cueste más arrancar.

Esta sensación es totalmente normal y acabará desapareciendo una vez hayan transcurrido los primeros días, pero hasta que esto suceda, es mejor que vayas poco a poco sin dar el 100% de ti. 

Ya habrá tiempo de demostrarte a ti misma y al mundo entero de lo que estás hecha. La temporada es muy larga 😉.

3. Regula tus horas de sueño.

Esto es algo primordial para volver a estar activa y comenzar de nuevo con la mayor de las energías posibles: DORMIR y DESCANSAR.

Durante el verano los ritmos circadianos se ven alterados. Por lo general, se suele dormir menos y las horas que se duermen son de peor calidad, así que esto al final el cuerpo lo acaba notando… 

Por tanto, es el momento de ponerse en serio con el descanso y respetar tanto las horas de sueño, como los descansos semanales entre sesiones de entrenamiento para que el cuerpo pueda responder correctamente a  todos los estímulos que va a ir recibiendo.

4. Resérvate alguna actividad de ocio.

Seguro que los fines de semana o en tus días libres sueles hacer algún plan de ocio, pero además, aunque sea entre semana, detrás de todos tus deberes y quehaceres, siempre que puedas, resérvate un mini ratito para disfrutar de algo que te guste, que te haga desconectar.

5. Planea tu próximo viaje o escapada de fin de semana.

Sí, aunque parezca un poco excesivo, ahora que recién estás empezando la rutina, a veces es bueno para luchar contra esta sensación de apatía, pensar en tu próxima escapada, que será la que te de alas y fuerzas para luchar contra la pereza.

Es bueno ponerse objetivos y volver a la carga, pero también lo es premiarse por alcanzarlos. 

¿Y qué mejor manera de hacerlo que con un viajecito? 🚢🚗✈

6. Ponte una meta.

Plantearse metas siempre es un acierto, pues es una manera de luchar por lo que quieres poniéndole fecha al cuándo y a cómo quieres que sea.

Cuando una lucha por lo que realmente desea, la gloria al conseguirlo le sabe mucho mejor después.

El problema de todo esto es que muchas veces se empieza a entrenar muy eufórica y de repente las fuerzas y las ganas comienzan a flaquear y vas saltándote algún que otro día el entrenamiento…

Si esto se trata de un hecho aislado, tranquila, pero si se trata de algo que suele ocurrirte, es importante que sepas cómo motivarte para poder ser constante con los entrenamientos y los planes nutricionales.

CÓMO MOTIVARSE Y SER CONSTANTE

• Para MOTIVARSE lo mejor que una puede hacer es pensar en cómo comenzó todo. Por qué empezó todo esto y fijarse objetivos.

Es más fácil ir hacia una meta cuando se tiene un objetivo claro, que cuando se hacen las cosas sin más.

• Si además, ya eres toda una chica Fitmylegs, otra cosa que podrás hacer es observar todo lo que has conseguido hasta ahora. Ver el antes y el después, tu transformación. 

Verás como todo es mucho más sencillo cuando compruebas que las semillas que has ido sembrando, las has ido recogiendo.

• Y para ser constante, lo mejor es llevar una organización de tu día a día, fijarte las tareas por horas, y así será más sencillo respetar cada una de ellas.

Recuerda que la clave de tu progreso será tu CONSTANCIA, porque sin constancia, no hay adherencia al entrenamiento ni a la dieta, y sin adherencia, los objetivos serán imposibles de conseguir.

“Un viaje de mil kilómetros comienza con un solo paso” 💫